En Florida, Camagüey, una planta de guayabas lleva plantada alrededor de cinco años, había florecido tres veces y nada de frutos. Sin dudas siempre hay quien no agradece el cuidado ni la dedicación que se les brindan.
Este árbol, o mejor este arbolito, en sesenta y cinco meses solo había logrado alcanzar una altura de 70cm y un radio de 1 metro en su follaje y por demás no había dado frutos. Pero llegó abril, con él la primavera y de repente comenzó a florecer logrando por vez primera una guayaba.
¡Qué clase de guayaba, media 8cm y pesaba 10onz! Bueno no crean que la “guayaba” es de este escritor, sin dudas era de la plantita.
Válgame que más que curioso es desesperante tener que esperar cinco años para poder comerse una sabrosa guayaba.
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